Barcelona
Descubren un arrecife de esponjas marinas en el Mediterráneo
Científicos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del Consejo Superior de Investigaciones científicas (CSIC) han descubierto en el mar Mediterráneo, entre Valencia y Baleares, un arrecife de sílice construido por esponjas "roca", como los que existieron hace 150 millones de años.
El descubrimiento, en el que han colaborado biólogos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la organización ecologista Oceana, ha sido publicado en la revista "Plos One".
Según los investigadores, una de estas estructuras de esponjas marinas, que se creían extintas desde hace millones de años, ha sido hallada a 760 metros de profundidad, rodeando la cima de una pequeña montaña submarina entre Valencia e Ibiza.
El descubrimiento del arrecife se ha realizado por medio de un robot submarino a bordo del buque Oceana Ranger, lo que ha permitido filmar y recoger información de las especies asociadas a este ecosistema, como otras esponjas, corales, gorgonias, cangrejos de profundidad y congrios, entre otras.
El arrecife de esponjas está formado por la especie Leiodermatium pfeifferae, una esponja que hasta el momento sólo se conocía en el Atlántico, desde la Macaronesia hasta el Caribe, por lo que también es la primera cita de esta especie en el Mediterráneo.
"Las esponjas litístidas se denominan vulgarmente 'roca' porque son duras y rígidas como piedras debido a que poseen un esqueleto masivo de piezas de sílice, que es un material idéntico al cristal de una ventana", ha explicado Manuel Maldonado, especialista en esponjas del CEAB-CSIC, que ha liderado la investigación,
"La parte de tejido vivo está mínimamente desarrollada, y no suele llegar al 5% del peso de la esponja", según Maldonado.
"Entender las causas que han permitido el desarrollo del arrecife en una particular montaña submarina del Mediterráneo propocionará claves importantes para comprender cómo se desarrollaron los singulares arrecifes de esponjas del Jurásico y cuáles fueron las razones de su desaparición, un declive que ocurrió casi paralelamente al de los dinosaurios", según Maldonado.
Los arrecifes de silíce, construidos por esponjas y no por corales, fueron comunes en los mares Jurásicos y Cretácicos, y se creían extinguidos.
En 1987 se descubrió un arrecife de sílice vivo a 200 metros de profundidad en la costa del Pacífico canadiense, formado por esponjas hexactinellidas ("esponjas de cristal").
Según los científicos, este segundo arrecife ahora descubierto, compuesto de esponjas "roca", es una variedad arrecifal aún más rara, ya que la inmensa mayoría de las especies de esponjas "roca"se extinguieron tras el Cretácico.
"El arrecife de esponjas 'roca' es un hallazgo excepcional, una formación única en el planeta que debe protegerse urgentemente porque el lugar donde se encuentra está sometido a diversas presiones, entre ellas planes de prospección y explotación de hidrocarburos", ha advertido el director de investigación de Oceana y participante en el hallazgo, Ricardo Aguilar.
"Aunque España ha dado recientemente un importante paso para aumentar las zonas protegidas marinas con el proyecto LIFE+ INDEMARES, aún se necesitan más esfuerzos para alcanzar los objetivos mínimos nacionales, europeos e internacionales de conservación. Lugares tan espectaculares y únicos como este no pueden quedar fuera de estos planes", ha añadido Aguilar.
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