Vacaciones

Un San Valentín de película

Con el 14 de febrero a la vuelta de la esquina, los románticos pueden escaparse a esas ciudades de cine en las que siempre acaba triunfando el amor.

Un San Valentín de película
Un San Valentín de películalarazon

Con el 14 de febrero a la vuelta de la esquina, los románticos pueden escaparse a esas ciudades de cine en las que siempre acaba triunfando el amor.

El día de los enamorados, el 14 de febrero, suele ser una ocasión perfecta para salir a cenar, ir al teatro, quedarse en casa con una manta y palomitas... o para viajar. Sentir que sólo se tienen el uno al otro es una sensación maravillosa y qué menos que dar rienda suelta a la pasión en sitios de aventuras, historia, curiosidades, atardeceres y, sobre todo, amor. Y qué mejor lugar que aquellas ciudades que hemos visto cientos de veces en películas románticas, porque si bien en el cine las historias de romance se fundamentan en la química de los protagonistas y en el guión, no podemos negar que un escenario romántico ayuda mucho para que nos sintamos parte de ese amor. Viajemos a aquellos lugares que han sido protagonistas de grandes historias donde la pasión toma lugar en escenarios que parecen sacados de un verdadero cuento de hadas.

París

Ha sido siempre la ciudad del amor por excelencia. ¿Qué más se puede decir de este perfecto escenario idílico? Un recorrido por el río Sena, mientras se escucha de fondo «La Vie en Rose», de Edith Piaf, es suficiente para perderse de lleno en la Ciudad de la Luz. No hay paseo por París que se precie que no incluya unas horas recorriendo el río en Bateaux Mouche. No hay mejor momento que hacerlo «Antes del atardecer» para ver caer el sol y dejarse enamorar como Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy), los protagonistas de la cinta de Richard Linklater.

También podemos bajar las empinadas calles de Montmartre para encontrarnos el Moulin Rouge. Lujuria y desenfreno se mezclan en la sala fetiche de los amantes del cancán. El Molino Rojo fue una de las salas de espectáculos más importante del París del s. XVIII y donde surge una de las historias de amor más recordadas del cine: la de Nicole Kidman y Ewan McGregor en «Moulin Rouge», por algo es la capital de cupido. Ya le decía Rick a Lisa en Casablanca: «Siempre nos quedará París». Y el recuerdo de sus calles, plazas, hoteles, restaurantes y monumentos, gracias a las incontables películas que se han rodado en ella.

Nueva York

Quizá sea por la cantidad de luces o la personalidad tan distinta de cada barrio, pero lo que es cierto es que la ciudad que nunca duerme es el perfecto escenario del romance agitado, las historias intensas, llenas de energía, cultura y diversidad. Desde Manhattan hasta Brooklyn y Queens, hay un sinfín de historias apasionadas escondidas entre sus calles que cualquier enamorado sueña con vivir.

Basta con sentarse en un banco con vistas al río, como Woody Allen y Diane Keaton en «Manhattan», lo que puede hacer que una pareja vuelva a enamorarse. Soñar con un amor que vale la pena, al mirar fijamente el escaparate de Tiffany & Co en la 5ªAvenida, mientras se desayuna un croissant con café, como lo hacía Audrey Hepburn en «Desayuno con diamantes». Cenar en una azotea típica neoyorkina, mientras simula vivir un amor entre siglos, como el de «Kate & Leopold». O comentar el último cotilleo amoroso al estilo «Sexo en Nueva York», «Friends» o «Cómo conocí a vuestra madre».

Roma

Conocida como «La ciudad eterna», la capital italiana ha sido el escenario perfecto para historias de amor trágicas y cómicas. La mezcla de arquitectura antigua con modernidad europea, da un tono más romántico de lo habitual, y si alguna escena se filma en La Fontana di Trevi, mucho mejor. ¡Y qué mejor manera que conocer esta belleza que montada en una Vespa! Recorramos Roma en pareja, como lo hacían Audrey Hepburn y Gregory Peck en «Vacaciones en Roma», para descubrir encantos como la Piazza di Spagna, la Bocca della Verità o el Coliseo. Otra opción es intentar –o mejor no, basta con lanzar una moneda– bañarse en la Fontana de Trevi como Anita Ekberg en «La dolce vita». Quizá sea suficiente descansar en un terraza y descubrir los secretos de la cocina italiana como los protagonistas de «Come, reza, ama».

Londres

Cosmopolita, refinada, dinámica, cultural...y Notting Hill. Nadie, ni siquiera Anna Scott (el personaje de Julia Roberts en «Notting Hill»), imaginó que entrar en una pequeña librería cambiaría su vida para siempre. Recorrer los estantes de la librería original para encontrar el ejemplar perfecto que regalar a la pareja o pasear por el famoso mercado de antigüedades de Portobello y comprar un souvenir con que decorar la casa. London Eye es otra de las paradas obligatorias de la capital británica, al lado del London Bridge, donde podemos pasear como lo hacía la enamoradiza Bridget Jones.

Aunque quizá el viaje empiece cuando el avión aterriza en el aeropuerto de Heathrow, escenario de la primera escena de «Love Actually», la comedia romántica navideña por excelencia. ¿Quién puede olvidarse de la voz de David (Hugh Grant) cuando reflexiona sobre los aeropuertos y el amor?. «Si lo buscáis, tengo la extraña sensación de que el amor en realidad está en todas partes».

Kenia

Una puesta de sol de un atardecer rojizo o un paseo en avioneta sobrevolando las praderas de Kenia. Dos momentos únicos para los amantes y románticos de la naturaleza. Las tierras de Ngong Hills en el país africano son un hermoso lugar que activará enseguida el recuerdo de la bella película «Memorias de África», donde la escritora Karen Blixen se enamora de un personaje aventurero y romántico a la antigua usanza (Robert Redford), que ama la libertad por encima de todas las cosas. Disfrutar del continente africano es otra manera de demostrar amor, no sólo a la pareja sino a la libertad y a las nuevas culturas.